¿Sabías que la paella, el plato más famoso de España, nació en Valencia y sigue siendo uno de los manjares más buscados por viajeros de todo el mundo?
Si estás pensando en visitar esta bonita ciudad, prepárate para una aventura culinaria que va mucho más allá de este icónico arroz.
Entonces, ¿qué es lo que no puedes dejar de probar? La respuesta es tan amplia como deliciosa. Desde el refrescante esgarraet hasta la dulce y adictiva coca de llanda acompañada de horchata, cada bocado te conecta con la historia y la esencia de Valencia.
Y sí, la paella es solo el principio. Cada rincón de la ciudad ofrece una oportunidad para descubrir nuevos sabores que, una vez los pruebes, se quedarán contigo para siempre.
Si quieres saber más sobre estos deliciosos tesoros gastronómicos y no perderte nada en tu próxima visita a Valencia, sigue leyendo. ¡Tu paladar te lo agradecerá!
Comidas típicas que tienes que probar en Valencia
Si estás en Valencia, no puedes dejar de probar estas exquisitas comidas típicas que te harán enamorarte de la cocina local. Desde platos principales hasta postres, aquí tienes una lista variada para que disfrutes al máximo tu experiencia culinaria:
- Paella valenciana. Empezamos por el plato más emblemático de la región y, probablemente, de toda España. La auténtica versión se prepara con ingredientes como pollo, conejo, judía verde, garrofón (una especie de alubia grande), tomate, aceite de oliva, agua, azafrán y sal. Es mucho más que arroz; es perfecta para disfrutar en una comida al aire libre con amigos.
- All i pebre. Se trata de un guiso tradicional de anguila que se cocina con ajo, pimiento rojo, patatas y pimentón. Este plato, originario de las zonas de pescadores de la Albufera, ofrece un sabor intenso y único que te conectará directamente con las raíces más profundas de la gastronomía.
- Fideuà. Nacida en Gandía, esta deliciosa alternativa sustituye el arroz por fideos finos y se cocina con mariscos como gambas, calamares y sepia. Todo se adereza con un buen caldo de pescado que potencia los sabores del mar.
- Esgarraet. Este sencillo, pero delicioso entrante es un imprescindible en cualquier mesa valenciana. Se trata de una ensalada a base de pimientos rojos asados, bacalao desmigado y aceite de oliva.
A veces se le añaden ajos picados y aceitunas negras, lo que le da un toque extra de sabor. Por eso, es ligero, fresco y perfecto para acompañar una comida o simplemente disfrutarlo con un buen trozo de pan.
- Arroz a banda. A diferencia de la paella, este arroz se cocina aparte del caldo de pescado y mariscos.
La receta tradicional incluye sepia, gambas y calamares, junto con un toque de ajo y pimentón. Este plato es un homenaje a los sabores del mar y una delicia para los amantes de la buena comida.
- Horchata y Fartons. No puedes decir que has estado en Valencia sin haber probado la horchata, una bebida refrescante hecha a base de chufa (un pequeño tubérculo) que se cultiva en la región.
Suele servirse bien fría y se acompaña de fartons, unos bollitos alargados y esponjosos que son perfectos para mojar en la horchata. Esta combinación es ideal para una merienda o para recargar energías después de una mañana de exploración por la ciudad.
- Coca de llanda. Es un bizcocho tradicional valenciano que se caracteriza por su suavidad y su sabor dulce. Se prepara con ingredientes sencillos como huevos, azúcar, harina y aceite de oliva, y suele aromatizarse con canela y limón.
Es perfecta para acompañar un café o una infusión, y te aseguramos que una vez que la pruebes, te costará resistirte a repetir.
- Bunyols de Carabassa. Estos pequeños buñuelos de calabaza son un dulce típico de las Fallas, pero se disfrutan durante todo el año.
Son crujientes por fuera y suaves por dentro, se espolvorean con azúcar y, a menudo, se mojan en chocolate caliente. Son una auténtica delicia que te hará entender por qué los valencianos tienen tanto apego a sus tradiciones gastronómicas.
- Arnadí. Se elabora a base de calabaza o boniato, y se mezcla con almendras, azúcar y canela. Este postre tiene una textura suave y un sabor dulce que lo hace perfecto para cerrar una comida con un toque auténtico y diferente.
- Clóchinas. Son un tipo de mejillón más pequeño y sabroso que los convencionales. Su temporada es limitada, de mayo a agosto, por lo que, si visitas la ciudad en esas fechas, no puedes perder la oportunidad de probarlas. Suele prepararse al vapor, con un toque de limón y ajo, para resaltar su sabor natural.
- Arroz al horno. También conocido como“arròs al forn, se prepara con ingredientes como costillas de cerdo, garbanzos, morcilla, patatas y tomate, todo cocinado al horno en una cazuela de barro.
- Faves Bullides. Es un plato sencillo, pero delicioso, que suele servir de tapa o acompañamiento. Las habas se cuecen y luego se sazonan con sal, aceite de oliva y, a veces, un poco de ajo.
- Titineta de Sepia. Consiste en sepia cocida en su tinta, junto con cebolla, ajo, pimentón y un toque de vino. El resultado es un guiso oscuro, rico en sabor, que se sirve con un acompañamiento de arroz blanco. En otras palabras, es una de esas especialidades que capturan la esencia del Mediterráneo en cada bocado.
- Olla valenciana. Es un guiso tradicional que refleja el carácter rural de la región. Se prepara con una variedad de carnes (cerdo, ternera, gallina) y verduras (zanahorias, nabos, patatas, garbanzos), y todo se cocina a fuego lento en una gran olla.
Por su sentido altamente calórico y nutritivo, es ideal para recuperar energías después de un día activo. Cada familia tiene su versión, lo que lo convierte en un plato con infinitas variaciones.
- Sangre con cebolla. Es conocido localmente como “sang amb ceba”, es una opción algo más atrevida pero igual de deliciosa. Consiste en sangre de cerdo cocinada con cebolla y especias. Se trata de una tapa muy apreciada en la región, y aunque pueda parecer inusual, su sabor es delicado y sabroso.
- Blanco y negro. Es una tapa muy típica en Valencia, compuesta por una salchicha blanca (butifarra) y una morcilla negra a la plancha.
Se sirve con un acompañamiento de pimientos verdes y pan, creando una combinación de sabores intensa y satisfactoria. Es perfecto para disfrutarlo con una cerveza fría en uno de los muchos bares tradicionales de la ciudad.
- Coca de recapte. Es una especie de empanada abierta que se puede encontrar en varias regiones del Mediterráneo, pero en Valencia tiene un toque especial.
La masa se cubre con ingredientes como pimientos asados, berenjenas, cebolla, y a veces se les añade atún, sardinas o embutidos. De ahí que es versátil porque se puede comer tanto frío como caliente, y es ideal para llevar o para disfrutar en una comida informal.
- Turrón de Jijona y Turrón de Alicante. El primero es suave y se elabora con almendras molidas, mientras que el de Alicante es duro y está hecho con almendras enteras y miel.
Ambos son auténticas delicias que te permitirán saborear un pedacito de la tradición navideña española en cualquier época del año.
- Pastissets de Boniato. Son pequeños dulces rellenos de un suave puré de boniato, envueltos en una masa quebrada y espolvoreados con azúcar glas. Aunque son típicos de la temporada navideña, puedes encontrarlos en muchas pastelerías durante todo el año.
- Suquet de Peix. Es un guiso de pescado típico de la costa valenciana. Se prepara con una variedad de mariscos frescos, cocinados con patatas, tomate, ajo, perejil y un toque de pimentón. De ahí que es un verdadero homenaje a los productos del mar y es ideal para aquellos que aman los sabores intensos y auténticos.
- Clafoutis de cerezas. Aunque originario de Francia, la opción ha encontrado un lugar especial en la cocina valenciana. Se trata de un postre sencillo y delicioso que se prepara con cerezas frescas cubiertas por una masa ligera similar a la del flan. Es perfecto para disfrutarlo como colofón de una comida veraniega.
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