Llevas un tiempo en Valencia y, entre videollamadas, reuniones y comidas a deshoras, sientes que te falta algo… ¿Tal vez un respiro?
La ciudad es inolvidable, llena de historia y cultura, pero entre tanto ajetreo, encontrar un rincón para desconectar (sin huir al campo) parece complicado.
Seguro que más de una vez has querido dar un paseo sin rumbo, leer un libro bajo la sombra de un árbol o simplemente escuchar el sonido de los pájaros.
Pero al final, terminas en la misma terraza, con el mismo café y rodeado del mismo ruido de siempre.
Por eso, déjanos contarte un secreto: Valencia esconde parques y jardines con un encanto especial, lugares donde la naturaleza se fusiona con la historia, la cultura y, por supuesto, rincones perfectos para relajarte.
¿Listo para descubrirlos? Sigue leyendo y te llevaremos a un recorrido por los espacios verdes más mágicos. Te aseguramos que después de esto, tu lista de “sitios favoritos” se multiplicará.
¿Cómo se llama el parque más grande de Valencia?
Si alguna vez te has preguntado cuál es el pulmón verde más grande de Valencia, la respuesta es clara y rotunda: el Jardín del Turia.
Y ojo, no estamos hablando de un parque cualquiera, sino de una auténtica joya que atraviesa la ciudad de punta a punta.
Lo primero que debes saber es que no siempre fue un parque. Hasta 1957, en su lugar corría el río Turia, pero tras una riada catastrófica, decidieron desviar el cauce y transformar el antiguo lecho en algo más útil y, por qué no decirlo, espectacular.
Y así nació este espacio que hoy se extiende a lo largo de 9 kilómetros, convirtiéndose en uno de los parques urbanos más grandes de España y de Europa.
Aquí no hay cabida para el aburrimiento, ya que el espacio es un auténtico imán para ciclistas, runners, paseadores de perros, yoguis y cualquiera que quiera desconectar del ajetreo urbano.
Sus caminos serpenteantes te llevan por puentes históricos, áreas deportivas y hasta parques infantiles que parecen sacados de un cuento.
Hablando de cuentos, si vas con peques, no puedes perderte el Gulliver: una gigantesca escultura de este personaje literario convertida en toboganes y escondites.
Y si lo tuyo es la cultura, prepárate, porque el Turia también te conduce a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, uno de los emblemas más futuristas del continente.
Los mejores parques en Valencia con jardines bonitos
¿Y si te decimos que esta ciudad también es un paraíso para los amantes de los parques y jardines?
Spoiler alert: Valencia tiene parques con fuentes de película, otros con laberintos de vegetación, y más de uno con rincones donde querrás quedarte a vivir.
¿Quieres saber cuáles son?
Parque de Cabecera
Aquí el agua es la reina del lugar. Ubicado en el extremo oeste del antiguo cauce del Turia, este sitio es como una cápsula del tiempo que nos recuerda cómo era el río antes de ser desviado.
Si te gusta hacer fotos para Instagram, aquí te vas a hinchar. El lago central es una maravilla y refleja el cielo como un espejo (si pillas el atardecer, prepárate para unos colores de infarto).
Además, puedes subir a las colinas y disfrutar de unas vistas increíbles de la ciudad que no tienen nada que envidiar a las mejores terrazas.
Por si fuera poco, se ha convertido en un punto de encuentro para runners, ciclistas y familias que buscan un respiro de la vida acelerada.
Ubicación. Avenida Pío Baroja.
Jardín Botánico
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Este rincón vegetal lleva en Valencia desde 1567, cuando empezó como un huerto de plantas medicinales.
Sí, sí, un auténtico botiquín natural en plena ciudad. Pero claro, los años pasaron, las mudanzas también (porque este jardín ha cambiado más de casa que un estudiante) y no fue hasta el siglo XIX que encontró su ubicación definitiva, junto a las imponentes Torres de Quart.
Eso sí, no todo ha sido un camino de rosas. Durante un tiempo, el jardín cayó en el olvido, hasta que en 1987 la Universidad de Valencia dijo: “Basta ya”, y decidió rescatarlo. Y vaya si lo hizo: lo restauró, le devolvió su esplendor y lo convirtió en el edén que es hoy.
¿Qué te espera dentro?
Imagina un mundo donde puedes pasear entre palmeras exóticas, árboles centenarios y plantas que parecen sacadas de otro planeta. Cuenta con más de 4.500 especies traídas de todos los rincones del mundo. Desde cactus gigantes hasta bosques de bambú que te transportan a Asia en un parpadeo.
Ubicación. Calle Quart, 80.
Jardines del Real – Jardines de Viveros
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Si crees que los jardines solo sirven para pasear, relajarte y hacer fotos bonitas para Instagram… Bueno, tienes razón.
Pero, imagínate esto: siglos atrás, este espacio era el jardín de un palacio real musulmán. Y aunque el palacio desapareció con el tiempo (una historia de guerras y derribos que mejor dejamos para otro día), los jardines sobrevivieron y hoy en día siguen siendo un rincón mágico donde perderse y desconectar del bullicio urbano.
Si eres de los que disfrutan de la naturaleza con un toque de fantasía, aquí te vas a sentir en casa. Palmeras altísimas, estanques con patos, fuentes elegantes y un aroma a azahar en primavera que te transporta a otro mundo.
Pero espera, que hay más. Los Jardines de Viveros no solo son un oasis de tranquilidad. En verano, se convierten en el epicentro de la música en vivo con su famoso ciclo de conciertos, donde puedes disfrutar desde el indie hasta flamenco bajo las estrellas.
Ubicación. C/ de Cavanilles, 1
Parc Central
Este parque es una de las joyas más recientes de la ciudad, y desde diciembre de 2018, se ha convertido en el lugar perfecto para desconectar, pasear o dar rienda suelta a tu creatividad.
Se extiende como un puente verde entre dos de los barrios más bonitos de Valencia: Ruzafa y Malilla.
Aquí se mezcla lo moderno con lo natural. Te encontrarás con áreas amplias, donde el aire fresco se convierte en tu mejor aliado después de una larga jornada de trabajo remoto o de clases. Y si te preguntas dónde están los parques infantiles más divertidos de Valencia, este es uno de ellos.
En realidad, el sitio no solo es perfecto para pasear, trabajar en un ambiente relajado o mantener una charla con amigos bajo la sombra de un árbol.
Ubicación. Justo cerca de las 4 naves ferroviarias en el entorno de la estación Joaquín Sorolla.
Jardín de las Hespérides
Este lugar es como dar un paseo directo a la mitología griega, donde las Hespérides (las ninfas de los árboles frutales) te reciben entre flores, esculturas y vegetación.
A lo largo del recorrido, encontrarás elementos que rinden homenaje a las leyendas de las ninfas que cuidaban los árboles dorados con manzanas mágicas. Sí, tal cual, manzanas doradas que otorgaban la inmortalidad.
Además de su toque mitológico, es un sitio ideal para relajarte o inspirarte. Con espacios llenos de plantas exóticas y un ambiente bastante intimista, puedes sentarte y dejar que la naturaleza te transporte a otro mundo.
Ubicación. Carrer del Beat Gaspar Bono.
Jardín de la Glorieta
Se trata de un auténtico remanso de paz en pleno corazón de la ciudad, con más de 200 años de historia a sus espaldas. Vamos, que, si los árboles hablaran, tendrían mil anécdotas que contarnos.
Este jardín nació en el siglo XIX tras la demolición de varias casas. Y oye, qué buena decisión tomaron, porque lo que hoy encontramos es un espacio lleno de encanto, con senderos que invitan a pasear, bancos estratégicamente colocados para disfrutar de la sombra y una vegetación que quita el hipo.
Si hay algo que llama la atención nada más entrar, es su espectacular ficus centenario. No estamos hablando de un arbolito cualquiera, sino de un coloso vegetal con raíces enormes.
Pero no es el único protagonista del parque: la Glorieta alberga una colección de plantas no autóctonas que le dan un aire exótico y misterioso.
Ubicación. Carrer del General Palanca, 4
Jardín Polífilo
No es un jardín cualquiera, tiene alma literaria. Está inspirado en el famoso libro Sueño de Polifilo, escrito en 1467 por Francesco de Colonna, y aunque no seas un amante de los clásicos, te aseguro que este espacio tiene una magia única.
La idea detrás de este parque es crear una conexión perfecta entre el entorno natural y las viviendas cercanas, como si estuvieras caminando por una obra literaria que cobra vida.
Además, al estar rodeado de viviendas, tiene esa toque valenciano que te hace sentir parte de la ciudad. Por eso, no es un parque de turistas, es un parque para los que viven aquí, lo que le da una sensación más auténtica y acogedora.
Ubicación. C. de la Canal de Navarrés, Campanar, 46015
Jardines de Monforte
Piensa en un lugar donde el silencio solo lo rompen el sonido del agua corriendo por las fuentes y el canto de los pájaros.
Así es Monforte, un espacio de más de 12.000 metros cuadrados que combina elegancia, historia y naturaleza en una obra maestra de la jardinería del siglo XIX.
Aquí cada rincón es una sorpresa: desde sus impecables setos geométricos hasta sus esculturas de mármol, que parecen mirarte con aire de misterio.
Y si eres fan de los escenarios románticos, este jardín es el elegido por el Ayuntamiento de Valencia para celebrar bodas civiles. Sí, aquí el “sí, quiero” suena todavía más especial entre estatuas de dioses mitológicos y fuentes de ensueño.
No esperes grandes explanadas para correr o montar en bici. Aquí todo es delicado, elegante y simétrico, con caminos que invitan a perderse y bancos que parecen pedir a gritos que te sientes a leer un libro o simplemente a disfrutar del momento.
Ubicación. C/ de Montforte, S/N, El Pla del Real, 46010
Si has llegado hasta aquí, es que ya te imaginas paseando entre los naranjos del Jardín del Turia, improvisando un picnic en los Viveros o sacando fotos épicas en el Parque Central. Y no es para menos.
Valencia tiene ese encanto verde que te invita a desconectar del estrés digital y recargar energías en sus rincones más frescos de la terreta.
Pero claro, explorar la ciudad sin un buen “campamento base” no es lo mismo. Así que termina tu día volviendo a un lugar cómodo, sin costes sorpresa, con aire acondicionado (sí, amigo, aquí el verano pega fuerte), una cocina lista para que prepares tu mejor receta y un equipo multilingüe que te dará esos tips locales que Google nunca podrá igualar.
Por eso en Nest Hostel Valencia, no solo tenemos una cama; cuentas con un punto de partida para disfrutar la ciudad como lo mereces.
Así que deja de imaginarlo y hazlo real. Reserva tu habitación ahora y prepárate para perderte (y encontrarte) entre los parques con más encanto.